Opinión : Manuel Fernández La Feria del libro - Posible spam

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Salía de mi piso y adelanté a dos viejecitas que caminaban tan despacio como su vida. «¿Qué te parece la forma de hablar que tienen estas muchachas?» le dijo una a la otra, sorprendida, cuando una mozuela, sola, pero con auriculares que parecían de la tercera guerra mundial, iba hablando con tanta contundencia por la calle que seguramente había revolucionado a los vecinos que dormían la siesta. En el autobús los viajeros esa tarde iban casi en silencio. Hasta que una de ellas empezó a relatar por el móvil las ventajas del apartamento que se había alquilado en Benalmádena. «Tiene 140 metros cuadrados, vistas al mar y dos cuartos de baño». Iba a preguntarle el precio --lo mismo que todo el autobús-- cuando llegó mi parada.

De vuelta a mi casa, en la entrada del portal había tres libros, dos del Papa y uno de viajes, al lado de un cartel que decía «Llévame, no me tires». Seguí viajando en un día de cumpleaños en el que la vida se manifiesta a su manera y me fui a la Biblioteca Central, aquel cuartel de Lepanto que antes era el soporte de las bravuconerías hispanas y hoy el contenedor de la cultura más cercana en el que la Asociación Cultural Mucho Cuento, en la que está nuestro compañero Francisco Antonio Carrasco, presentaba el libro Otros cuentos de amor, de locura y de muerte.

A la salida, cuando ya íbamos para los sitios de celebración, vi el soporte escrito de la 46 edición de la Feria del Libro de Córdoba que pregona «Compra libros, compra cultura», del 29 (ayer) de marzo al 7 de abril en el bulevar del Gran Capitán. Me olvidé de los cansinos soliloquios de las conversaciones de los móviles por la calle, que no aportan nada, y me fijé en el librito, que habla del 200 aniversario de Herman Melville, autor de la novela Moby Dick. Y en los libros, esa necesidad tan querida que las estanterías de nuestras habitaciones han sido los espacios de una necesidad imposible para quienes presumen de no haber leído nunca.

Hasta la semana que viene, cuando el día ya tendrá una hora más de luz, durará la Feria del Libro, un tiempo en que nuestro espíritu volará a su aire y donde las nubes nos volverán a recordar que el agua, como la lectura, es también una necesidad vital.

[publicado en diario CÓRDOBA 30/3/2019]