Javier Fernández y la memoria del dolor

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«Canal», el libro con que ha ganado el premio Ricardo Molina, bucea en el trágico fallecimiento de su hermano

javier-fernandez-canal«Mi hermano Miguel murió el 5 de marzo de 1975, tres semanas antes de su sexto cumpleaños. Murió pasado el mediodía, era una mañana nublada y de mucho viento». Como forma de enganchar al lector es efectiva, y lo que le sigue no lo es menos. Así empieza «Canal», el libro con el que el escritor Javier Fernández (Córdoba, 1971) ha ganado el premio Ciudad de Córdoba Ricardo Molina, y que si sorprendió al jurado también ha impactado a los lectores.

«Le he dado muchas vueltas, sí. Porque es una material muy sensible, que no sólo me pertenece a mí, sino a mi familia, y hay que atreverse a ponerlo por escrito, después a comunicarlo a los demás. Desde que puse la primera palabra que está en ese libro hasta la última han pasado veinte años», afirma el autor en una entrevista concedida a ABC, donde relata el proceso por el cual comenzó a escribir, añadió recuerdos de su madre y de su hermana, retiró partes y consiguió una estructura muy silenciosa, «pero perfectamente organizada para que vaya entrando como un cuchillo». 

Todo para afrontar un recuerdo doloroso. «Cuando se fue, su ausencia fue una presencia todavía más fuerte. En mi casa se ha tratado con mucha normalidad, no se ha convertido en trauma, aunque fuera un dolor muy grande», confiesa, para después hablar de cómo ha vivido en la memoria: «Es un error negar los recuerdos, tratar de superar un drama de este tipo olvidando y mirando hacia adelante. ¿Que es una tragedia? Sí, pero vivió seis años con nosotros. Mis recuerdos de él son alegres. Mi madre dice que nos iluminaba. No se puede vivir de espaldas, yo no quiero, y por eso he escrito este libro».

El resultado es un libro de escritura muy depurada, donde el trabajo ha sido de encontrar una palabra muy precisa, pero también con algo de imprecisión, porque ha procurado deslocalizar el escenario cordobés del hecho que impregna el libro y de alguna forma su vida y la de los suyos: el momento en que Miguel se ahoga en el canal por un fatal accidente. La ayuda de su esposa al encontrar el tono y su propia reflexión poética han cooperado en este proceso. «He mostrado lo que puedo mostrar, también porque pienso que el dolor es una experiencia universal y creo que el lector lo va a hacer suyo», dice sobre el libro que, editado por Hiperión, ha llamado la atención de los lectores más cualificados.

[publicado en diario ABC 12/04/2016]