La Feria del Libro arranca con un recuerdo a Ricardo Molina

Será el primero en entrar en los reconocimientos Nuevos Clásicos Andaluces, creados por la Junta.

Pablo García Baena y Roberto Loya se adentran en la vida y obra del poeta a través de un coloquio.

La Feria del Libro arrancó ayer en el Bulevar del Gran Capitán con un recuerdo a Ricardo Molina (1917—1968), el poeta de Cántico a quien rinde homenaje en su centenario esta edición de la cita literaria, que inauguró la consejera de Cultura, Rosa Aguilar. A través de un diálogo entre el poeta Pablo García Baena, amigo del homenajeado y cofundador del grupo literario, y el periodista y experto en los autores de Cántico Roberto Loya, el público pudo adentrarse en la vida y personalidad de este poeta, del que se dio una imagen muy alejada de ese Ricardo Molina «apesadumbrado y solitario», ya que «se han volcado muchos tópicos sobre él», según señaló Loya, que descubrió a los asistentes que una de las confusiones en torno a su figura es la «propia fecha de su nacimiento», que el registro civil de Puente Genil sitúa en 1916, y no un año después, un error «achacable» al propio Molina. Mediante este coloquio también se dieron a conocer detalles de su infancia, cuando «ya tiene esa impresión de poeta y es un niño que observa el vuelo de las palomas, el río, las viñas o el temblor de los álamos», señalaron los contertulios.

Según contaron, Molina llegó a Córdoba a la edad de nueve años con sus padres, «que buscaban una situación mejor», aunque «esa pobreza siempre le acompañó hasta el último año de su vida, cuando le conceden trabajo en un instituto, lo que apenas pudo disfrutar». «Siempre le acompañó ese espíritu ascético», reconoció Loya, que recordó que murió a los 51 años de una insuficiencia cardíaca. «En los años setenta, muy poca gente conocía la poesía de Ricardo Molina, y casi todos empezamos a entrar en ella y en Cántico gracias a Guillermo Carnero y al libro que puso el foco en el grupo literario», explicó el periodista, que reconoció que «hay muy pocos estudios sobre él» y todos ellos «han estado desordenados y confusos», hasta la publicación de la tesis de José María de la Torre, que hizo «un profundo estudio de su literatura». Entre los temas que surgieron en la animada charla, también se habló del primer encuentro entre García Baena y Molina, a quienes presentó Juan Bernier en la calle Gondomar en 1940. «Murió muy joven y quizá le falta lo más sustancial de su obra, pero lo que nos dejó es suficiente para reconocer a uno de los grandes poetas, que está todavía por descubrir», señalaron.

La inauguración de la Feria del Libro corrió a cargo de la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, que recordó que la Junta ha abierto una nueva línea de reconocimiento, la de los Nuevos Clásicos Andaluces, con la que se pretende distinguir a personas «que ya no están entre nosotros, pero que nos han dejado mucho en el ámbito de la cultura», y el primero en tener ese título será Ricardo Molina. Durante la Feria, 35 expositores y un amplio programa de actividades, entre ellas 28 presentaciones de novedades y 30 firmas de libros, acercarán el libro, la lectura y la creación literaria a todos los públicos, con especial atención en los niños, que contarán con una programación y espacio propios, este último denominado Espacio Infantil Gloria Fuertes, en homenaje a la autora, de la que también se celebra este año el centenario de su nacimiento.

[publicado en diario CÓRDOBA 25/3/2017]