Del viernes 19 al domingo 28 de abril de 2024
Antonio Manuel se adentra en las contradicciones del siglo XX
De componentes históricos, también se centra en la política, el 'thriller' y el amor. El escritor presenta en el Bulevar 'El soldado asimétrico', su última novela
El escritor, intelectual, activista político y profesor universitario Antonio Manuel presentó ayer de una forma bastante atípica, ayudándose de sus propios lectores, su última novela, El soldado asimétrico, en la que hace una radiografía «de la vida de cualquier ser humano» y de las contradicciones del siglo XX, tomando como referente a un narrador «asimétrico», ya que le falta una pierna, pero que también «es asimétrico en lo emocional, en lo político y en lo moral, mientras busca la simetría, lo que considera la perfección y el ideal, en un poeta miliciano», señaló el escritor.
Una de las piezas claves de la obra --que tiene mucho componente de histórica, pero también de política, de thriller y de amor, lo que la convierten en una novela «de géneros»--, es su ubicación en el siglo XX, momento que el autor considera «una metáfora de lo peor y de lo mejor del ser humano», y que el narrador atraviesa en tres capítulos, que son las piezas de las que se compone la vida. La primera, señaló el autor, es la pérdida, «porque desde que naces ya estás perdiendo», y aquí el narrador enumera todas las pérdidas que va sufriendo al principio de su vida, incluida su pierna. Por otro lado, continúa el autor, «está la búsqueda», que se desarrolla durante la guerra civil, cuando «intenta encontrar ese ideal», y, por último, el equilibrio, «que llega después de que abdique de ese ideal, enamorándose perdidamente de su simétrico, que lo entrega todo por él de forma anónima, colocándose en el lado del corazón y no en el de la razón», una simetría que para Antonio Manuel simboliza el propio siglo XX. «En nombre de la razón se bombardeó Hiroshima y Nagasaki, y en una aparente sociedad culta se gaseaba a judíos, gitanos y repubicanos», continúa el escritor, que asegura que «en nombre de la razón se han cometido demasiadas barbaries» y para el que esta obra también supone una «especie de reivindicación» del corazón. Por otro lado, lo que el autor considera que hace diferente esta novela es la comunión entre «el fondo y la forma», dando importancia a su valor literario e intentando llegar a «un hermanamiento entre el mensaje y la forma de contarlo» porque la literatura no puede ser «un arma vacía, hueca».
[publicado en diario CÓRDOBA 31/3/2017]