Del viernes 19 al domingo 28 de abril de 2024
Los fantasmas diarios de Fernando Molero, esta tarde en la Feria del Libro
El autor de Fernán Núñez estrena un libro de 13 relatos editado por la compañía sevillana Ediciones en Huida
El nuevo libro de relatos de Fernando Molero Campos, autor de La cabeza cortada de Yukio Mishima, El heladero de Brooklyn, En el baño o Tiernos espíritus poéticos, es una colección de trece cuentos reunidos bajo el nombre de Los fantasmas nuestros de cada día. Molero Campos presenta esta tarde su obra, a partir de las 19.00 en la Feria del Libro de Córdoba.
Según su autor, en este presente volumen se encuentran algunos de sus mejores textos breves, muchos de ellos premiados o finalistas de importantes certámenes literarios. Los fantasmas nuestros de cada día es un conjunto de trece cuentos en los que, desde distintos puntos de vista y desde distintos posicionamientos estilísticos, se abordan algunas de las muchas preocupaciones y miedos que desarbolan a los seres humanos en ese camino que han dado en llamar el vivir.
Así, en sus páginas, asistimos al dolor por la pérdida de los seres queridos, al deseo de recuperarlos, a las dificultades de entendimiento entre padres e hijos, a la posibilidad de asumir otra personalidad distinta para huir de alguna manera de quien uno es, a la reivindicación de la memoria, a imposibles pactos creativos, a la búsqueda del placer, a las trampas y rutinas del amor, a la implacable guadaña del desamor, a la soledad, a las mentiras, a la muerte…
Fernando Molero Campos es un autor cordobés natural de Fernán Núñez con una amplia trayectoria en el mundo del relato. Aunque autor también de varias novelas, es en las distancias cortas que le ofrece el cuento donde este narrador se siente más cómodo y seguro, convencido de que este género literario está llamado a convertirse en referente de lectura entre quienes se acercan a los libros. De hecho, en nuestra ciudad, tanto a título individual de autores que llevan tiempo trabajando el relato corto y otros que comienzan a despuntar, como a nivel colectivo, con la acción conjunta, por ejemplo, de los miembros de la Asociación Cultural Mucho Cuento, se está trabajando por hacer visible la narración breve y situarla en el lugar que por derecho propio se merece. El libro está publicado por la editorial sevillana Ediciones En Huida dentro de su colección DRelatos.
[noticia publicada en Cordópolis 25/04/2015]
Buñuel, entre Lorca y Dalí
El hispanista irlandés Ian Gibson presenta en la Feria del Libro su biografía sobre el cineasta aragonés y su amistad con el poeta granadino y el pintor del Ampurdán
Fue algo más de un lustro irrepetible. En un mismo paisaje, casi en un mismo edificio, se hicieron amigos tres de los talentos más importantes del siglo XX español. Lorca, Buñuel y Dalí. Tres apellidos que hace décadas que ya entonces no necesitaban de nombres propios, si bien Federico, Luis y Salvador nunca dejaron de llamarse así entre ellos. Al menos mientras duró su amistad, llena de sombras y luces y marcada por el asesinato del poeta granadino en agosto de 1936, fusilado a las afueras de su ciudad. A ese universo ha vuelto -si alguna vez se fue-el hispanista irlandés Ian Gibson, que anoche presentó en la Feria del Libro su última biografía, Luis Buñuel, la forja de un cineasta universal.
A través de sus autobiografías -“No hay que fiarse de ellas”, advierte Gibson- de Buñuel y Dalí; de las entrevistas que realizaron, sus cartas, y los testimonios de quienes les conocieron en la Residencia de Estudiantes, el dublinés dibuja una turbulenta relación a tres en la que Buñuel viviría una fascinación por sus compañeros marcada por la abierta homosexualidad de Lorca, enamorado de Salvador, y la ambigua respuesta de Dalí.
“La Residencia de Estudiantes, donde se conocieron y nació su gran amistad, era posiblemente el lugar más progresista y abierto de la época, pero seguía siendo timorato para algo como la homosexualidad”, señalaba anoche Gibson. Dos ejemplos familiares son claros: Luis no fue al entierro de su hermano menor, amigo de Lorca y, como él, abiertamente gay. “Y no fue a pesar de que estaba rodando en España Viridiana”, resalta Gibson. “Por otro lado, cuando Francisco, el hermano de Federico García Lorca, publicó en los años ochenta Federico y su mundo no dedicó ni una línea al hecho de que éste fuese homosexual”, constata el biógrafo.
“Buñuel vivía el hecho de la homosexualidad con inquietud. Él hacía gala de su hombría y de su machismo, contaba anécdotas de palizas a homosexuales , de cómo había sacado dinero a un noble al hacerle creer que se liaría con él. Pero Buñuel, en el fondo, era una persona muy tímida y no sabemos si esas historias que contaba eran ciertas o no”, destaca el biógrafo. Y esa tensión se refleja en los celos que sintió cuando la fascinación entre Lorca y Dalí se hizo manifiesta. “Recibí una carta asquerosa de Lorca y si acólito”, le escribió a un amigo, sin mencionar a Dalí en ese pasaje.
Pero las tensiones y las broncas a cuenta de la sexualidad del poeta, del pintor y, por ende, del propio director de cine no truncaron una amistad que sí destrozaría la guerra. El asesinato en Granada de Lorca a manos de los fascistas sublevados fue una losa que acompañaría para siempre a los dos amigos supervivientes. La memoria sobre él se dulcificó. Y en su autobiografía, Mi último suspiro, Buñuel solo guardaba ardientes elogios para su amigo muerto. Pero como recuerda Gibson: “Cuidado con las autobiografías. Ponemos y olvidamos lo que queremos”.
Nueva documentación sobre el asesinato de Lorca
La visita de Ian Gibson a Córdoba coincidió el mismo día en el que se hicieron públicos los informes redactados por la policía franquista en los que, 20 años después del fusilamiento, se relatan los hechos. “La existencia de los documentos ya se conocían y se habían hecho referencias a ellos pero lo bueno ahora es que se han reproducido. Podemos verlo”, destaca el historiador. El informe en sí no tiene información nueva, pero refleja un momento, en 1965 cuando el mismo gobierno franquista empieza a abrirse y pide información a la Policía de Granada sobre la muerte del poeta. “Y la respuesta es demoledora”, exclama Gibson. “En ese informe no se dice que Lorca fuese asesinado por algo personal, por rencillas. No, lo que dice es que fue una ejecución en toda regla”, prosigue el biógrafo. El el Gobierno de la época se quedaron de una pieza cuando se enfrentaron con la realidad sobre el papel. “Cuando el Gobierno de Franco recibió ese documento confirmando que lo habían matado ellos dijeron: ‘Esto, mejor no menearlo”.
[noticia publicada Cordópolis 24/04/2015]
Leer o no leer
Una feria del libro es la prueba de que seguimos siendo civilizados. Hay gentes que por las circunstancias no pudieron aprender a leer, lo que no les condenó a ser incultos, maleducados, poco sociables, rudos o vandálicos. Hay, por el contrario, quienes aprendieron a leer desde chicos y su vida ha sido un cúmulo de incultura, embrutecimiento y groserías. Pero no es lo corriente. Por lógica, el ser instruido, leído y estudiado, como se suele decir, tiene más posibilidades de sacarle partido a los ofrecimientos de la vida. Las artes, por ejemplo. La sensibilidad de un espíritu cultivado tiene una capacidad de disfrute casi infinito cuando contempla pinturas, esculturas, edificaciones de arquitectura sublime u oye una música con pentagramas casi celestiales; y puede viajar a otros mundos cuando lee un libro que se lo posibilita. Eso es lo que tienen más probabilidades de perderse quienes no saben leer, no han visitado nunca un museo, no han visto una exposición o escuchado un concierto. Ha habido ágrafos por culpa ajena que, sin embargo, han gozado de una sensibilidad capaz de extasiarse con la belleza de un sol rojizo a punto de desaparecer por el oeste o de embelesarse con El Mesías de Haendel. Pero han sido los menos porque para ello se necesita mucha perseverancia, tesón y motivación por estar mermados en posibilidades. Por eso las ferias del libro son la prueba de que seguimos siendo civilizados, porque convenimos en que saber leer y practicarlo es a estas alturas de la civilización la primera condición para que el hombre sea libre. Cuando estamos en un país de lengua excesivamente extraña nuestra libertad se reduce porque limitamos la comunicación: ni entendemos a nuestro prójimo ni sabemos leer los carteles de sus establecimientos. Por eso una feria del libro, donde existe la posibilidad de comprar otros mundos que ya vienen impresos y de entenderlos, es un goce que nos dice que estamos en el buen camino. Pero no dejo de pensar en quienes no han leído nunca un libro, ni han ido a un museo ni a un concierto. Bueno, están en su libertad de perderse una de las partes más atractivas y excitantes de la vida.
[noticia publicada Diario CÓRDOBA 25/04/2015]
Penúltima jornada de la Feria del Libro
A las 12.00, Cecilia Silveira presenta Lo indecible ; a las 13.00, presentación de Córdoba C.F. Infinita pasión , de Toni Cruz y Prohibido leer a Lewis Carroll , de Diego Arboleda; a las 13.30, Alberto Díaz Villaseñor firma Diccionario del habla cordobesa ; a las 17.30, cuentacuentos infantil con Alicia Bululú y a las 20.00 horas, Encuentos con clubes de lectura , con Dolores Redondo.
[noticia publicada en Diario CÓRDOBA 25/04/2015]
'Los fantasmas nuestros de cada día'
Rafael Ruiz Serrano presenta en la Feria del Libro de Córdoba Los fantasmas nuestros de cada día , de Fernando Molero.
[noticia publicada en Diario CÓRDOBA 25/04/2015]
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